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Arquitectos: Nommo Arquitetos
- Área: 1693 m²
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Fotografías:Eduardo Macarios

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Condensar y atravesar. Permear lo sólido. En un terreno de esquina que resuelve un desnivel entre dos calles, se proyecta un conjunto de ocho viviendas en hilera que busca confrontar conceptos que, a primera vista, parecen antagónicos.


La unidad formal del proyecto trata el conjunto como un único bloque continuo. Sin embargo, este volumen se fractura en el centro, generando un vacío que organiza los accesos y flujos de las viviendas. Este vacío central también se llena con el movimiento de los habitantes, creando espacios de encuentro y convivencia. El desnivel del terreno permite que el acceso vehicular se realice por el nivel inferior, donde se ubican los garajes, depósitos y áreas de servicio. Así, la planta baja se eleva como una gran plaza interna con jardineras, bancos y accesos directos a las áreas sociales de las casas, reforzando la idea de una pequeña aldea al abrir las unidades hacia este centro común, permitiendo visuales cruzadas, mayor insolación y ventilación natural.


Los muros perimetrales están revestidos en piedra, consolidando la idea de una base sólida. El volumen superior, en cambio, se reviste con placas cementicias y paneles de madera, generando un contraste de texturas con el nivel inferior. Las aberturas en retroceso no solo aportan profundidad, sino que también alojan jardineras. En la esquina, una ventana en ángulo enfatiza la continuidad de la fachada y suaviza la volumetría al evidenciar su permeabilidad.

La arquitectura surge así como una mediación entre unidad y fragmento, articulando el vacío central como una potencia organizadora del espacio y revelando nuevas posibilidades de convivencia y habitación.


























